miércoles, 15 de febrero de 2017

amor del bueno




amores que no fallan, de la mano de Zara.

martes, 14 de febrero de 2017

recordemos...



amor es todo lo que necesitas… aparte de 8 horas de sueño, 2 litros de agua, una buena hidratante, un vestido que te siente como un guante, un buen bolso, unos zapatos de tacón cómodos y un masaje de vez en cuando.

¡feliz fin de semana de San Valentín!
que lo disfrutéis en pareja, en familia, con amigos o solos.
sea como sea, celebren el amor, chicocos.

(foto).

lunes, 13 de febrero de 2017

una cita contigo



tengamos una aventura con nosotras mismas. ¿con quién pasamos más tiempo? ¿de quién no podemos divorciarnos/librarnos? ¿quién nos va a tener que consolar cuando no haya nadie más? pues eso. ten una cita contigo el día de San Valentín.

desconecta el teléfono y medita.
toma un baño.
lee un buen libro. 
ve a que te den un masaje relajante. 
da un paseo por el barrio buscando las cosas que miran los bebés.
tómate un té bueno para ti.
enciende una vela. 
cómprate flores.
invita a una gran amiga a cenar. que es casi como cenar contigo misma.

disfruta.

jueves, 9 de febrero de 2017

el amor: qué pereza



se acerca San Valentín.
y mi humor sigue sin mejorar al respecto. 
¿queréis ideas amorosas? siguen aquí.
si preferís acompañarme, stay tuned.

martes, 7 de febrero de 2017

cero residuos



sobre aquello de los residuos cero de que hablaba el otro día (gracias, Isabel, por tu interesante comentario, por cierto), quería seguir reflexionando.

yo no soy la mejor en este tema, desde luego, y tampoco aspiro a meter la basura de dos años en  un tarro de mermelada, pero sí que me preocupo por resistir a la tendencia de producir mi peso en basura en dos días que tenemos en este país (dato aleatorio no contrastado).

el caso es que hace mucho que llevo mis bolsas de tela a la compra, no compro algunos productos por exceso de empaquetado (tortitas de arroz del Mercadona yo os maldigo), procuro no tomar cafés para llevar salvo que pueda hacerlo en mi taza y reciclo todo lo que puedo. aún tengo que mejorar en cosas, por supuesto (lo de los productos de cosmética y droguería, sí), pero intento añadir cositas a mi lista. 

y, entonces, entra mi forma de vida reciente y el centenar de viajes que me meto al cuerpo en un año, y las veces que tengo que comer fuera y tomarme un café en un tren. y ahí, mi comodidad (una maleta y un bolso hacen que no quiera llevar, además, una bolsa con termo de café y comida para tres días) se enfrenta al hecho de que en un tren español, ahora mismo, es imposible tomar nada sin generar un kilo de desechos, porque hasta el té viene en unas monodosis estupendas pegadas (sí, pegadas) al fondo de un vaso de cartón. 

pero eso no es lo peor. lo peor es el taquito de servilletas de papel que lo acompaña. eso y cualquier cosa que pidas en un tren, por cierto. «¿me da un vasito de agua?». taquito de servilletas. «¿puedo tomar un té?». taquito de servilletas. «quería un bocadillo». taquito de servilletas. «con unas patatas». taquito de servilletas. «gracias». taquito de servilletas. tal que así.

para evitar las servilletas de papel en los comedores universitarios, hace tiempo que llevo mi propia servilleta de lino en el bolso. pero da igual. la situación en el tren es: 
—tengo servilleta, gracias.
—pero es gratis.
—es que tengo una ya.
—pero para el vaso.
—no quiero servilleta.
—pero…
—de verdad. muy amable, gracias, pero no.
—… 
morro del camarero porque le he dicho que no a su amabilidad. 
y yo me quedo fatal pensando en la culpa que nos aportan, supongo, por su formación –horrible para el medioambiente, por otra parte– de dar mucho de lo que parece una amabilidad, que para eso cobras dos euros por un poco de agua (apenas 75 ml, que lo pone en el vaso). 

total (esto se me está haciendo larguísimo, lo siento), que yo venía a chillar al aire y a intentar recordar a las conscientes del medioambiente (y yo no soy ni mucho menos una heroína del asunto) que sí, parecemos raras por pedir cosas que el resto del mundo da por sentadas, pero las buenas somos nosotras. si nos miran por ello, si nos ponen caras desagradables, no es porque hagamos algo vergonzoso, sino porque hacemos algo que, quizá, nunca hayan visto, que puede que les haga plantearse su forma de vida y que supone un cambio y a nadie le gustan los cambios. pero podemos hacerlo con orgullo y, quizá, nuestra «valentía» pueda servir de ejemplo y haga que otros se animen. a algunos camareros ya los tengo medio aleccionados :)

fin del rollo. pero no prometo que sea el último al respecto.

sábado, 4 de febrero de 2017

mi semana en objetos (entre otras cosas)


cinco cosas que han hecho esta semana mejor.

1esta cara.
{mía durante una semana. la quiero aquí siempre}.

2. esta vista.
{tener que pasear con esa luz todos los días. y Murcia tropical}.

3. este té.
{llegado directamente desde París. delicioso siempre}.

4. mis uñas.
{rojas. después de mucho tiempo}.

5. este abrigo.
{no es nuevo, pero ha tenido un papel fundamental en mi ánimo esta semana}.

otras cosas:
objetivo: cero residuos.
y, en relación con ello, esta fiambrera.
estos zapatos.
un teclado retro muy apetecible.
y un buscador que planta árboles.

¡que paséis un buen fin de semana!
xo

jueves, 2 de febrero de 2017

bienvenido, febrero



no sé si te quiero o te odio por ser el mes más corto del año. el de San Valentín, el de los exámenes, el último completo del invierno, el del cumpleaños de mi señora madre, el del aniversario de mi tesis (madre mía, y parece que fue hace un millón de años)…
lo que sé es que vienes cargadito y que sueles ser el momento en que comienzo a pensar que no puedo con mi vida, así que, como dice Garance Doré:
voy a intentar ser chic, mantener la calma, estar en el momento y el lugar, abierta, informada y ser feliz. casi nada, ¿no? pues ya me puedo poner las pilas, porque sigo teniendo que quitarme dos kilos de encima y los vaqueros por norma de las últimas semanas.
lo dicho: chic, calmada, centrada, abierta, informada y feliz.
y 28 días para conseguirlo. ¡uf!

(imagen).
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